El Papa recordó los objetivos de esta conferencia apadrinada por las Naciones Unidas, que continúa "otra fase importante de los Acuerdos de París (adoptado el 12 de diciembre de 2015) : "el proceso de definición y de construcción de lineas de conducta, de reglas y de mecanismos institucionales a fin de que sean realmente eficaces y que contribuyan a conseguir los los objetivos complejos que ha fijado".
Recuerda la necesidad de "de mantener la voluntad de colaboración». Francisco renueva a este efecto «la invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos". ( Laudato Si n.14).
Pone de nuevo en guardia contra las cuatro actitudes perversas que denunciaba ya en Laudato Si: "la negación del problema", "la indiferencia", "la resignación fácil" y "la confianza ciegua en las soluciones técnicas". (nº 14)