Cuando el Papa anunció este año jubilar, dijo, "Queridos hermanos y hermanas, he pensado con frecuencia de qué forma la Iglesia puede hacer más evidente su misión de ser testigo de la misericordia. Es un camino que inicia con una conversión espiritual; y tenemos que recorrer este camino. Por eso he decidido convocar un Jubileo extraordinario que tenga en el centro la misericordia de Dios. Será un Año santo de la misericordia. Lo queremos vivir a la luz de la Palabra del Señor: «Sed misericordiosos como el Padre» (cf. Lc 6, 36)”.
Estamos alentar para volver a descubrir en este tiempo jubilar la riqueza contenida en las obras de misericordia corporales y espirituales.
n total son 14: 7 Corporales y 7 Espirituales.
OBRAS CORPORALES DE MISERICORDIA
Las obras de misericordia corporales, incluyen ayudar a nuestros hermanos y hermanas con sus necesidades materiales y físicas.
- Dar de comer al hambriento
- Dar de beber al sediento
- Dar posada al necesitado
- Vestir al desnudo
- Visitar al enfermo
- Socorrer a los presos
- Enterrar a los muertos
OBRAS ESPIRITUALES DE MISERICORDIA
Las obras de misericordia espirituales incluyen ayudar a nuestros hermanos y hermanas con sus necesidades emocionales y espirituales.
- Enseñar al que no sabe
- Dar buen consejo al que lo necesita
- Corregir al que está en error
- Perdonar las injurias
- Consolar al triste
- Sufrir con paciencia los defectos de los demás
- Rogar a Dios por vivos y difuntos
"Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémos los a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad!" (Misericordiae Vultus No. 15)