Numerosas Hermanas participan en esta forma de apostolado, en la ciudad o en las aldeas, en estructuras estables (parroquias, colegios, movimientos de jóvenes o adultos…) y también van a las personas allí donde se encuentran, aisladas a veces. Algunos ejemplos de su acción pastoral:
- Preparación a la recepción de los sacramentos en las parroquias y en los colegios, para los adultos y jóvenes de todas las edades, niños de la calle, familias…
- Permanencias en las parroquias, las diócesis, el secretariado parroquial.
- Animación litúrgica, responsables de parroquia, en las capellanías de comunidades extranjeras.
- Servicio de parroquias, de iglesias, de seminarios, de casas diocesanas, de nunciaturas.
- Ayuda a programas de formación para catequistas, de iniciación cristiana de adultos, de conocimiento de la Biblia.
- Participación en los Consejos parroquiales, en múltiples asociaciones, en la radio católica, en el diálogo interreligioso.
- Servicio de hospitalidad para grupos, familias, sacerdotes, obispos, hermanas de otras Congregaciones, peregrinos, jóvenes en búsqueda…
- Visitas a familias, a personas mayores, a enfermos a domicilio o en el hospital, en las aldeas.
- Giras misioneras, animación de pequeños grupos de oración en las aldeas.
- Para los presos: visitas, cuidados, acogida de sus familias, de sus hijos, animación espiritual.
- Centros de retiro y de renovación espiritual abiertos a todos.