El internado Santa Magdalena, de 123 años de antigüedad se había trasladado del centro de la ciudad en 2001. Poco tiempo después se emprendió una construcción, en Bourdon, situada entre Puerto Príncipe y Petionville. La apertura estaba prevista para marzo o abril de 2010, desgraciadamente el seísmo del 12 de enero destruyó todo. No se perdió ninguna vida humana, ¡pero sí toda una fortuna !
Después de esta catástrofe, la Provincia no contaba con reemprender de nuevo esta obra, pero he aquí que una antigua alumna de Trinidad (West Indies), Doña Paula HENRY, médico, se propuso ayudar a su reconstrucción. Ella se preguntaba ¿qué va a ser de esas niñas ? ¿Dónde están ? Sugiere entonces participar en los gastos. La Provincial le dice que la Provincia no puede comprar un nuevo terreno pues tenemos que reconstruir 8 establecimientos escolares y 4 residencias de Hermanas… Entonces Doña Paula propone pagar el terreno.
Se fundó una asociación : “Haití y Trinidad”. Nuestras Hermanas de Irlanda se interesaron también por este proyecto y se comprometieron, unidas a la Trinidad, para presentar el proyecto a Misean Cara que lo aceptó. “Haití y Trinidad” realiza actividades y recolecta fondos. En fin, en 2013 se compra el terreno en las periferias de la capital. Gracias a la generosidad de la fundación Digicel, una telefonía de origen irlandés, y Misean Cara etc, se reconstruye la Escuela (20 clases)
En septiembre de 2015, la Escuela comienza con niños de 3 a 14 años que por primera vez frecuentan un establecimiento escolar. Son muy pobres y la mayor parte un poco rudos. La Comunidad tiene esta misión : acoger esta categoría de niños desprovistos de todo. Las Hermanas se alojan en la administración pues todavía no tienen residencia.
En fin, gracias a la entreayuda de la Congregación, una ayuda de Prochet (Organismo eclesial de las conferencias de los Estados Unidos, de América Latina, de Haití, creado después del seísmo), y de la Ayuda a la Iglesia necesitada y otros bienhechores y amigos, la residencia de las Hermanas también se ha terminado.
Es un gran proyecto y nosotras no estamos más que en los principios. Todavía falta el edificio de los niños, la Escuela profesional, un gallinero etc …
La presencia de las Hermanas en este medio periférico de la capital responde muy bien a la llamada del Papa que nos invita a buscar las periferias existenciales.
"¡La Magdalena vuelve a resurgir 6 años después del seísmo ! ¡Gracias, Dios mío ! ¡Gracias a la Congregación ! ¡Gracias a los generosos bienhechores ! ¡Viva la solidaridad y el Cor Unum !”
Sor Christiane Gervais, superiora provincial