La llamada a la Vida Religiosa: una vocación particular
Entre todas las formas de vida consagrada está la vida religiosa.
Dios sigue llamando hoy a hombres y mujeres a seguir a Jesucrito uniéndose a una Congregación religiosa para vivir según un carisma particular inspirado por el fundador de un Instituto.
Esta llamada se hace en la libertad y a menudo pasa a través de testigos que Dios pone en el camino del que es llamado. Después de un tiempo de acompañamiento, a veces en el servicio de acompañamiento de una diócesis o con una Hermana, una jóven puede pedir comenzar la formación en nuestra Congregación.
El Postulantado (o la probación previa)
Esta primera etapa en la Congregación debe permitir una transición progresiva. Dura entre seis meses y dos años. El objetivo es tomar conciencia de lo que es la llamada de Dios y las riquezas y exigencias de la vida religiosa vivida en nuestra Congregación y así preparase para dar una respuesta libre y responsable a la llamada. Es una etapa en el discernimiento.
El Noviciado
La segunda etapa dura dos años. El Noviciado está centrado en la persona de Cristo
, « c’est Lui que les novices s’attachent à mieux connaître et aimer ». El primer año esta consagrado al formación religiosa. Durante el segundo año las Novicias alteran estancias en una comunidad y tiempos de formación espiritual y religiosa.
Viviendo en comunidad, iniciándose en la práctica de los Consejos Evangélicos, en la búsqueda de la Voluntad de Padre, especialmente en la oración, las Novicias se preparan al compromiso temporal, etapa hacia la consagración definitiva.
El Juniorado (de la primera Profesión a la Profesión perpetua)
Dura entre seis y nueve años, en una comunidad. Las Hermanas progresan en su vida de unión con Dios, en la vida fraterna y en la práctica de los Consejos Evangélicos. El Juniorado prepara a las Hermanas para cumplir la misión confiada por la Iglesia a nuestra Congregación. Las Hermanas tratan de profundizar su formación teológica, espiritual y apostólica para cumplir mejor su misión.
La Profesión perpetua
Al término del tiempo de Votos temporales la Hermana se compromete definitivamente por los Votos perpetuos, expresión del don total a Dios en la Congregación.
